Buganvillas y Granados

Sólo usted tiene esa talento que tanto detesto para alborotar mi cerebro Usted que con sólo unas palabras provoca fuegos artificiales dentro de mí. Y sólo usted es responsable, también, de tan sólo con un mensaje, destrozar mi corazón. Usted que me quitó tantas veces el aliento,  usted el dueño de mi insomnio. Parece ridículo que de tantas veces que me ha fallado, de tantas veces que me ha dejado y ha vuelto sin llamarle, ésta vez que le he pedido que se alejara lo ha hecho sin mirar atrás. Porque la única vez que he querido que no cumpla su palabra es la única vez que la ha cumplido.

Guardo las palabras que escribiste y nunca me dijiste, guardo las caricias que soñamos y nunca prodigamos. guardo las mentiras que inventaste y siempre repetiste, Y para saber que eras real, también me atrevo a guardar:  cada mirada que me hacia sonrojar cada sonrisa que me desarmaba, aquella vez que consolé tu quebranto  y el tacto de tus manos secando mi llanto. Conservo casi intacto el deseo de tenerte otra vez y guardo ya maltrecho el sentimiento de quererte, de velar tus dulces sueños donde yo no he de aparecer. Guardo los sabores, los aromas y las sensaciones que descubrí a tu lado; conservo también en mi memoria un mal sabor de boca por cada promesa rota y el gusto a alcohol que dejaban tus mentiras al besarme. Y aunque cada vez me importas menos, guardo en lo profundo de mi alma la esperanza de que algún día cambiarás; y aunque cada día me alejo más, aún asaltan a mi mente versos que llevan tu esencia y me inundan de tu presencia

Era innegable la química entre tu y yo desde la primera vez que tomaste mi mano en esa pista de baile, desde el primer paso que dimos juntos, desde la primera sonrisa que me regalaste. Aprendí a moverme a tu compás sin ver a otro lado jamás. Mientras estaba entre tus brazos era tuya, solamente tuya. Habríamos sido capaces de bailar una noche entera, pegados cuerpo a cuerpo, danzando hasta las estrellas Mas de una vez me llevaste, entre bailes y caricias, al cielo y más de una vez me estrellaste también, con tus mentiras, contra el suelo. He contado cada ocasión que me haz fallado,  cada "disculpa" que haz pronunciado, y cada vez que te he perdonado  para ver nuevamente mi corazón destrozado. Era innegable la química entre los dos desde la primera melodía,  desde que uno en el otro posamos nuestros ojos, desde que tu mano tomó la mía. Cien veces te dije que te quería y cien veces creí en tu mirada. Cien veces destruist

Yo sí puse el corazón. Ese fue el problema...  sólo lo hice yo.

Tus caricias queman mi piel, tu mirada traspasa mi alma,  tus besos arden en mis labios,  sentirte cerca me mata. Tu aliento acaricia mis mejillas, tu voz me adormece, tu aroma me embriaga y de todo me convence. Tu tacto suave y rudo a la vez, tu piel tersa me seduce, tu calor me abriga y mientras dices quererme te entrego la vida. Rosas mi cuello con tus labios, susurras mentiras a mi oído, tus manos estrechan mi cintura y te juro que de todo me olvido. Olvido que no sabes querer si descaradamente me sonríes y cuando me haces arder de placer me olvido de mi misma también. Tus recuerdos siguen incendiando mi mente, tus caricias dejaron huellas en mí. Aunque lo que necesito oír nunca me haz dicho, no haz dejado de escribir en mi piel.

Tócame, como si fueras experto músico y yo tu instrumento. Hazme vibrar con cada caricia, rasga las cuerdas que me atan al pudor. Tócame delicadamente, acaricia cada tecla y róbame una nota de placer. Llévame a la escala más alta. Tócame, compón una melodía con cada suspiro que provocas en mí. Tómame, así tan cerca a ti que ni el aire se interponga entre nuestra piel. Sé un experto artista de mi piel, escribe un poema en mi cuerpo. Tú sólo ven y tócame.

Tu mirada fría y oscura, intensa y transgresora, excepto cuando me miras por primera vez después de mucho tiempo, en esos segundos hasta tus ojos sonríen. Tu tacto tan frío y tosco, excepto cuando me tocas, cuando tus manos bajan por mis piernas con las caricias mas tiernas. Tus manos tan rudas y frías, excepto cuando rodeas mi cintura con ellas, excepto cuando tomas mis manos entre las tuyas y me haces girar. Tú eres frió como un témpano de hielo, excepto cuando te aproximas a mi y me quemas, me derrites y me aseguras que todo está bien si estoy entre tus brazos. Tus palabras tan frías, tan rudas, excepto cuando me hablas, cuando susurras cosas a mi oído, excepto cuando me mientes, cuando de todo me convences. Tus labios tan fríos, excepto cuando me besas, cuando los posas en mis mejillas, en mi cuello, en mi espalda. Cuando me besas, tu labios y los míos se funden como lava. Tu corazón tan frío... No! a quien le miento? Tu corazón no es frió, tú no tienes la culpa de que

Hoy es uno de esos días en que daría cualquier cosa por que me escribas o me llames. Uno de esos días donde sí respondería tus mensajes, a pesar de que no deba hacerlo. Hoy mis fuerzas flaquean, hoy podrías mentirme y te creería todo, hoy podrías aprovecharte de mi soledad, de mi nostalgia y de las enormes ganas que tengo de ti. Creo que nunca vas a entender qué es lo que sentía por ti, no entenderás que no me molestó que no me quisieras, porque a eso no te puedo obligar; lo que verdaderamente me ofendió es que hayas mentido tanto, hayas dicho palabras con tanto significado como si fueran simples tarareos sin sentido, que hayas hablado de sentimientos y no hayas cumplido con tus promesas. Si tú sabias muy bien que no funcionaría, qué ganabas con decirme todo eso, qué pretendías? Hoy es uno de esos días en que necesito una respuesta, uno de esos días en que te necesito aunque después me duela. Creo que nunca entenderás cómo me siento, porque nunca te importó y pa

Ha pasado un mes desde la última vez que te escribí, desde la última vez que no contuve mi verborragia para que al menos tuvieras una vaga idea de todo el dolor que causaste. Me prometí no volver  a escribirte, no llamarte, y lo he cumplido, pero no sabes cuánto me ha costado, cuántas veces he releído nuestra última conversación, es por eso que te escribo hoy, porque sé que no podrás leerlo, porque es la única forma de calmar mis ansias de decirte, que te extraño y que aunque no eres para mí, te quiero en mi vida. Ha pasado un mes desde que te pedí que no me vuelvas a escribir, que no me digas todo lo que antes ya me dijiste, un mes desde que te dije que te olvidaría para siempre y confieso que lo que más deseo es recibir un mensaje tuyo, que me digas lo de siempre, esas palabras bonitas y toscas, esas palabras que me hacían suspirar, emocionar, enrojecer, acalorar y que también me hicieron llorar. Ha pasado un mes desde la última vez que escuché tu voz, parecía entrecortada y no

Han sido suficientes lágrimas, suficientes deseos que no se cumplieron. Demasiados suspiros al viento. Han sido suficientes palabras que no pude decirte. Demasiados besos, demasiados abrazos que no tuvieron efectos en ti. Demasiados palabras que quise oírte decir y nunca pronunciaste. Han sido demasiadas promesas, palabras sin valor que de ti he obtenido,  un sin fin de una historia que nunca comenzó. Mil puntos suspensivos, y yo suspendida en el aire, sin piso ni techo,  sin armadura que me proteja. Flotando en la nada. Suspendida en el aire como antes estuve suspendida en tus brazos. Ha sido demasiado!, ha sido suficiente!. Por mas que duela, hoy te arranco de mi mente. No mentiré relatando que fuiste un gran amor,  porque no quisiste llegar a serlo. No me engañaré ocultando que no me enamorabas con cada beso travieso. No adornaré nuestra historia con las caricias que no me diste,  ni con los sueños que jamas velaste. Sólo fueron mil punt

Para perder el tiempo y ahogar el llanto, contengo el aliento y creo en ti, cierro mis ojos a toda verdad e ignoro la voz de mi sentido común, me aferro a tus palabras, me sonrojo y creo en ti. Leo una y otra vez tus palabras, repito en mi mente el sonido de tu voz tratando de hallar algún tono especial, dibujo mil veces tus gestos en mi memoria, me atonto con tu sonrisa y consigues que ría, me ganas, simplemente me ganas con esa estrategia que yo misma te enseñé y creo en ti. Creo en cada palabra que me dices, en cada palabra que escribes, luego tu silencio.. terrible silencio que todo lo inunda, un silencio de no importarte, un silencio de no quererme, un silencio de triunfo, de un campeón arrogante, un golpe tan fuerte que consigue desequilibrarme y acepto la verdad, esa cruel realidad. Para creer en ti he reprimido mi inteligencia, he vuelto a ser una niña buena y confiada, aquella tan fácil de engañar. Pero tú mismo me llevas a la realidad y comprendo que no sabes sentir..

No voy a decir que eres el único, ni el que más he amado, no. No voy a mentir, simulando que no guardo recuerdos intensos de otros cariños. Pero sí diré que de todos los cariños que he tenido, tú eres el que me gusta recordar. Tú eres un cariño para recordar, sin dolor ni tristeza, sin temor ni vergüenza. Un cariño bonito, un cariño travieso. Recordar la primera vez que vi esos ojos y me enredé en esas pestañas, recordar la luna que presencio el primer beso y las primeras caricias. Las primeras noches que compartía contigo. Tal vez no sea yo una mujer para amar,  tal vez nunca fui la musa de tus historias,  y es que tal vez, como ya lo confesaste, sólo fue esa silueta blanca la que te mantenía cerca mío. Sin embargo, tú niño, siempre serás un cariño bonito. Un cariño que entre besos presurosos y despaciosos, recordaré. Un cariño que nunca fue de amigos aunque eso es lo que más hubiese querido. Tú eres un cariño para recordar, entre risas e histor

Tu imperfección bordea el límite de lo perfecto, eso fue lo que más me gustó, el darme cuenta que no eras para mí pero perderme al ver tus ojos negros tan profundos y tan oscuros cuando te molestas, cuando enloqueces, también cuando te pierdes en mí, cuando fijas la mirada tan cerca, frente a frente, respirando encima mío, cuando me abrazas y me dices que me extrañas, cuando me llamas loca y sonríes, cuando me llamas y hablas como si nada nos uniera, como si nunca hubiésemos compartido la misma luna, imagino tu mirada, tus gestos y consigues que llore. Tu imperfección y todo lo que no quiero, todo lo que no busqué está en ti, tan perfecto, tan dentro tuyo, tan parte de ti y tan hecho mío. Te he dicho mil veces que no eres para mí, que no busco alguien como tú, que nunca quise alguien así, pero encajo perfectamente a tu lado, ahí en ese lugar al cual pertenezco, ahí entre tus brazos, pegada a tus costillas, como una Eva, parte de ti, escuchando tu corazón. Pertenezco a ese luga

Quien sabe, tal vez en otra dimensión, en algún universo paralelo, tú seas para mí... a pesar que en éste, en el que nos tocó vivir, yo sí soy para ti. Podría haberme quedado a tu lado, soportando algunos berrinches de niño engreído y celoso, mas bien de inseguro y temeroso, pero por qué temes? si te demostré que no te dejaría, que estaba ahí para cuidar de ti y de mí, para ser tu amiga, para tomar tu mano, para reír y llorar juntos, no temí demostrarte lo que sentía y lo que podía llegar a sentir, por qué tú no lo demostrabas?, por qué ese temor? Tal vez en otra dimensión aprendas a ser menos complicado, a discutir cuando haya que hacerlo, a no dejar las cosas en el aire, a perdonar cuando haya que perdonar, afrontar tanto lo malo como lo bueno, tal vez en otro universo tengas oídos a mis palabras. Podría haberme quedado a tu lado, si tan solo hubieras actuado de acuerdo a tus palabras, si hubieras seguido tomado de mi cintura bailando, si me siguieras viendo como la primera ve

Qué simple es hacerme daño... tan fácil lo hago? Te resulta fácil, verdad? - preguntó ella -. Qué , respondió él con el ceño fruncido. Pues romperme el corazón... lo digo porque ya van al menos dos veces que lo haces. Y es que a veces no podemos evitarlo, nos hacemos tan vulnerables y ponemos todas las armas a disposición de nuestro enemigo y sí, ese enemigo al que tanto queremos, por el que tanto suspiramos, ese enemigo que conocemos mejor que a nosotras mismas y aún así no le damos en el punto débil, porque nos dolería más a nosotras que a él. Es tan simple hacerme daño, y creo resumir en mí a cada mujer que alguna vez, aunque cueste admitirlo, dejó que sea fácil dañarla o incluso se auto-infringió el dolor, el dolor que sólo se conoce cuando se quiere más a otra persona que a una misma. Nos hacemos vulnerables porque así lo elegimos, sé que es difícil admitirlo y difícil dejar de hacerlo, porque depositamos nuestra confianza en otra persona, que no es parte de nuestra fam

ME ATREVÍ A PROBARTE Qué importa que haya sido corto el tiempo, qué importa. Qué importa que al final haya perdido, que me hayas costado el sueño más de una noche. No me arrepiento de haberte conocido, no me arrepiento de haberte probado. Descubrí que no eras lo que buscaba, pero sí lo que en ese momento necesitaba, no hay fruto perfecto, pero eras fuiste tan suculento.  Me despertaste a nuevas emociones y de eso no me arrepiento. Me atreví a probarte, a tomar de ti todo lo que me ofrecías y a imaginar lo que no me mostrabas.  Tuve cada momento perfecto a tu lado, tan tuyo, tan mío, tan nuestro aunque no te dieras por completo. Conocí tus momentos de locura, tus momentos de ternura, tus demonios que eran los míos. Me complicaste la vida y vaya que lo hiciste bien, pero no me arrepiento. Qué importa que te haya perdido si nunca fuiste mío. Me atreví a mirarte y a perderme en esa mirada ruda, profunda, a veces seria y